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                     Esta será una sección dinámica.  Comenzamos con varios de los más comunes problemas de salud de nuestra época.  Cada mes añadiremos una o más condiciones de salud.  De igual modo iremos agregando y modificando lo ya escrito cuando sea necesario para ponerlo al día con los más recientes descubrimientos científicos. 

El campo de la medicina natural y de la medicina alternativa se ha convertido en años recientes en uno sumamente dinámico y esperamos que estas páginas reflejen esa realidad.

AISLAMIENTO MICROBIOLÓGICO DE CEPA PURA DE SALMONELA SHIGELA. POR MÉTODO EN PLACAS PARA COPROCULTIVO DETERMINADO POR PRUEBAS PRESUNTIVAS Y PRUEBAS BIOQUIMICAS API 20.



 
 

LABORATORIO DE MICROBIOLOGIA GENERAL FACULTAD DE CIENCIAS QUIMICAS CAMPUS TAPACHULA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CHIAPAS

Diabetes

Rafael Valle Rivera, MA, NL
FUENTE:
http://www.saludparati.com/diabetes.htm

 

El término diabetes técnicamente se refiere a cualquier desorden del metabolismo que ocasione una sed excesiva y un aumento considerable en la producción de orina.  Así existe un raro desorden llamado diabetes insípida causado por una deficiencia en la producción de vasopresina una hormona que regula la reabsorción de agua en los riñones y que es producida por la glándula pituitaria.  Esta enfermedad causa una sed constante y la eliminación de grandes cantidades de orina diluida.

Sin embargo por lo general cuando se usa el término diabetes se hace para referirse a la condición conocida como diabetes mellitus.  Este es un desorden del metabolismo de los azúcares o carbohidratos causado por una falta de producción de la hormona insulina o por una incapacidad del organismo para utilizarla efectivamente.  La insulina es una hormona producida por el páncreas que regula el nivel de azúcar en la sangre.  La diabetes hace que los carbohidratos no puedan ser utilizados por el organismo para producir energía.  Como resultado estos se acumulan en la sangre.  A esto se le conoce como hiperglucemia y puede ser causante de numerosos problemas de salud tales como enfermedades de los riñones, pérdida de la visión y problemas vasculares y cardiacos.  Como el cuerpo no puede utilizar efectivamente los carbohidratos recurre a las grasas como una fuente alterna de energía.  El resultado es una alteración en el balance ácido-alcalino del cuerpo que si se perpetúa puede eventualmente producir convulsiones y coma diabético.
 

Dos Tipos de Diabetes

Existen dos tipos principales de diabetes mellitus.  La diabetes tipo I o insulinodependiente por lo general comienza en la niñez o la adolescencia aunque existen casos en que a causa de daños al páncreas se presenta a otras edades.  Quienes padecen esta condición tienen muy poca o ninguna capacidad para producir insulina y dependen de inyectarse esta hormona para sobrevivir.  Esto además de llevar una dieta estricta en términos de los azúcares ingeridos.   La diabetes tipo uno es por lo general más severa que el otro tipo de diabetes.

La diabetes tipo II es mucho más común y generalmente comienza después de los 40 años de edad.  En este tipo de diabetes el páncreas retiene al menos cierta capacidad para producir insulina.  Sin embargo o bien esta no es suficiente o el organismo no la utiliza en forma eficiente.  Muchos de estos pacientes pueden controlar su diabetes meramente con la dieta mientras que otros requieren en adición medicamentos orales que reducen el nivel de glucosa en la sangre.  En algunos casos la diabetes se sale de control y se hacen necesarias, al menos temporeramente, inyecciones de insulina.
 

Los Síntomas de la Diabetes.

Ambos tipos de diabetes producen una diversidad de síntomas entre los cuales se encuentran sed y hambre constantes, y una excesiva producción de orina.  En la diabetes tipo I también se puede producir una significativa pérdida de peso.
 

Las Causas de la Diabetes

Al parecer existe un fuerte factor hereditario que predispone hacia ambos tipos de diabetes.  Sin embargo, como ocurre con muchos factores hereditarios la presencia de factores ambientales puede proveer las condiciones adecuadas para que esta predisposición se manifieste o por el contrario puede ayudar a evitar que la condición se produzca.  La obesidad y el consumo excesivo de grasas son factores precipitantes en la diabetes tipo II.  Se sospecha que en ambos tipos de diabetes, pero particularmente en la diabetes tipo, I pueden estar involucrados procesos autoinmunes.  Estos son procesos en los que células del sistema inmunológico que debieran ir destinados a atacar virus o bacteria, atacan nuestro propio cuerpo.
 

Alternativas Naturales Contra la Diabetes

La meta en el tratamiento de la diabetes es reducir y mantener a un nivel adecuado el nivel de azúcar en la sangre.  La alimentación es un factor primordial para lograr esta meta.  El ejercicio, ciertos suplementos nutricionales, y la práctica de la relajación y meditación también ejercen efectos positivos para controlar la diabetes y para evitar los daños ocasionados por la misma.
 

Alimentación
Reducción del consumo de grasas - En un estudio publicado en la revista Diabetes Care de enero de 1994 se encontró que un incremento moderado en el porcentaje de calorías derivadas de la grasa (del 38 al 43 porciento) era suficiente para aumentar significativamente la cantidad de personas con intolerancia a la glucosa que desarrollan diabetes.  Por otra parte se ha encontrado que ingerir 40 gramos de grasa adicionales cada día puede hacer seis veces más probable que una persona con predisposición a la diabetes la desarrolle.  La dieta típica por lo general es demasiado alta en grasa.  Sin embargo no todas las grasas son iguales.  Las grasas saturadas son las que más problemas causan y son precisamente estas las que muchas personas consumen en exceso.  Es recomendable reducir el consumo total de grasas de modo que no representen más del 20 porciento del total de calorías.  Las grasas ingeridas deben ser preferiblemente no saturadas.


Otras recomendaciones alimentarias
Algunas recomendaciones alimentarias que pueden ser de utilidad para todas las personas que padecen de diabetes o que están en un alto riesgo de padecerla son:

• Incrementar el consumo de carbohidratos complejos, es decir aquellos derivados de vegetales, granos integrales y aunque en menor cantidad, frutas frescas.  Estos carbohidratos tardan más en digerirse que los azúcares simples y liberan sus azúcares naturales de forma más lenta y controlada que los productos hechos a base de azúcares refinados.

• Aumente el consumo de vegetales de colores intensos como el brócoli, la espinaca, la zanahoria y el pimiento ya que estos son ricos en antioxidantes que ayudan a prevenir los daños causados a los pequeños vasos sanguíneos de los ojos.

• Elimine el consumo de azúcar refinado y los productos hechos a base de éste.  Por ejemplo, dulces, galletitas y golosinas en general.

• Evite la comida "basura" es decir la que contiene muchas calorías vacías pero muy pocos nutrientes o fibra.

• Reduzca o elimine el consumo de cafeína, alcohol y cigarrillos.  El fumar es especialmente dañino para las personas diabéticas ya que estas son susceptibles a daños a los pequeños vasos sanguíneos que suplen a los ojos y a los nervios periferales.  El cigarrillo agrava estos daños.  El alcohol aumenta los riesgos de daños a los nervios periferales.

• No coma demasiado en una sola comida.  Es preferible comer menos en el almuerzo o la cena e ingerir alguna merienda ligera entre comidas.

• Reduzca el número total de calorías


Suplementos
Además de las recomendaciones generales sobre la dieta ya esbozadas, existen algunos suplementos que pueden ayudar a prevenir la diabetes tipo II o a evitar que esta condición empeore.


Cromio - este mineral ayuda a incrementar la actividad de la insulina.  La deficiencia de cromio es sumamente común.  El alto consumo de productos hechos a base de azúcar refinada agravan la situación ya que este tipo de azúcar roba al organismo de sus abastos de cromio.   Existen estudios que demuestran que una deficiencia de cromio en la dieta afecta negativamente la tolerancia a la glucosa.  Un estudio llevado a cabo en el hospital de Beijing en China demostró que un grupo de personas en las primeras etapas de la diabetes tipo II que recibió una dosis de 100 miligramos de cromio dos veces al día durante cuatro meses disminuyó significativamente su nivel de azúcar en la sangre.  En este estudio se empleó una forma de cromio conocida como picolinato.  Algunas buenas fuentes de cromio son los mariscos, los cereales integrales, el jugo de uva, la levadura de cerveza, los mariscos y las habichuelas.


Magnesio - las deficiencias de magnesio pueden alterar el metabolismo de la glucosa y contribuir a los daños causados por la diabetes.  Algunos de los resultados de una deficiencia crónica de cromio son alta presión arterial, pérdida ósea, enfermedades vasculares.  Algunos investigadores incluso sugieren que un bajo nivel de magnesio en la dieta puede ser un factor que precipite ambos tipos de diabetes en personas susceptibles.  Algunas buenas fuentes de magnesio son los albaricoques, los guineos, los granos íntegrales y el salvado de trigo.


Potasio - el potasio ayuda a aumentar la producción y la eficiencia de la insulina.  Alimentos ricos en potasio son los guineos o bananos, las papas, los productos lácteos y los granos integrales.


Vitamina B6 - esta vitamina ayuda a aumentar la eficiencia de la insulina.  También ayuda a prevenir la retinopatía diabética, una de las principales causas de la pérdida de visión en las personas diabéticas.  El nivel de vitamina B6 tiende a ser bajo en las personas mayores de 50 años.  Algunas fuentes alimentarias de vitamina B6 son el pescado, el pavo, los aguacates, el brócoli, las papas, los pimientos rojos y las nueces.


Vitamina E - la vitamina E actúa como antioxidante y también posee propiedades como anticoagulante.  Además ayuda a metabolizar mejor los azúcares.  Puede ayudar a prevenir la arterioesclerosis y las complicaciones vasculares comunes en las personas diabéticas.  Estas complicaciones son responsables de los daños a los riñones y los ojos causados por la diabetes.


Vitamina C - ayuda a reducir la necesidad de insulina, prevenir problemas vasculares y mantener la salud de los ojos.


Plantas medicinales - existen varias plantas, como la bardana y el fenogreco que poseen la capacidad de reducir los niveles de glucosa en la sangre.  Sin embargo, ninguna es un sustituto para la administración de insulina.   La utilización de estas plantas en personas diabéticas sólo debe hacerse bajo el cuidado profesional ya que en ocasiones pueden ocasionar un descenso rápido en el nivel de azúcar.

Por otra parte, existe un buen número de plantas que no alteran significativamente el nivel de azúcar en la sangre pero poseen propiedades sumamente valiosas para la prevención y el tratamiento de las complicaciones de la diabetes.  Dos de estas son:


Arándano (bilberry) - Ayuda a evitar la destrucción de los pequeños vasos sanguíneos del ojo conocida como retinopatía diabética que ocasiona la pérdida de visión en pacientes diabéticos.  (Más información sobre el arándano).


Ginkgo Biloba - Aumenta la circulación en los pequeños vasos sanguíneos, especialmente en los del cerebro.  En el caso de las personas diabéticas los problemas circulatorios en las piernas son frecuentes y pueden incluso culminar en amputaciones.  El ginkgo ayuda a mejorar la circulación en las piernas, contribuyendo a prevenir estos problemas.



El Ejercicio
el ejercicio ayuda tanto a prevenir la diabetes en personas que están a riesgo, como a evitar muchas de las complicaciones en las personas que ya la padecen.  Investigaciones llevadas a cabo en la Universidad de Tufts en Massachusetts indican que el ejercicio aeróbico regular reduce el riesgo de desarrollar diabetes aun en los casos en que no produzca pérdida de peso.  Otros estudios demuestra que las personas diabéticas que se ejercitan con regularidad tienen un tienen un riesgo menor de muerte que las que no se ejercitan.  Una de las formas en que el ejercicio ayuda es incrementando el nivel de cromio en los tejidos.  Otra es mejorando la capacidad del organismo para utilizar la insulina disponible.

El ejercicio con pesas o de resistencia también ayuda.  Este ejercicio incrementa la masa muscular.  Puesto que el músculo requiere más calorías que la grasa el resultado es un aumento en la tasa metabólica.  Es decir se queman más calorías, lo que hace más fácil bajar de peso, algo que es deseable para la gran mayoría de quienes padecen de diabetes. Las personas con buena masa muscular también son menos susceptibles a desarrollar diabetes ya que a mayor masa muscular menos cantidad de insulina se necesita para llevar la glucosa de la sangre a los tejidos.


Relajación y meditación
Cualquier tipo de práctica que ayude a controlar el estrés será de gran ayuda tanto para prevenir la diabetes como para evitar los daños causadas por esta.  La meditación, la yoga, la hipnoterapia, y la musicoterapia son algunas de las modalidades que pueden ser practicadas con gran beneficio.



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Osteoartritis


¿Qué es la osteoartritis?

Esta es la forma de artritis más común. También se le conoce como artritis degenerativa. Hay más de diez veces más casos de osteoartritis que de artritis reumatoidea.  Aunque afecta a más mujeres que hombres, tiende a desarrollarse a una edad más temprana en los hombres. La mayor parte de las víctimas de osteoartritis tienen 55 años o más de edad. En la osteoartritis se produce un deterioro del cartílago que cubre el final del hueso donde éste se une a otro hueso formando una articulación. Al deteriorarse este cartílago que funciona como amortiguador, los huesos rozan entre sí al moverse causando dolor, rigidez y en muchas ocasiones, la formación de crecimientos óseos llamados osteofitos o espolones que pueden interferir con el funcionamiento normal de la articulación y causar más dolor. Aunque la osteoartritis puede afectar cualquier articulación las más comúnmente afectadas son aquellas que soportan peso como las de las rodillas, la espina dorsal, los pies y las caderas, o aquellas que llevan a cabo una gran cantidad de movimientos como las manos.

Aunque se piensa que una gran cantidad de casos de osteoartritis son causados por un desgaste general de la articulación provocado por el uso continuo a través de largos años muchos investigadores piensan que la realidad es más compleja. Algunos casos pueden ser causados o exacerbados por otros factores tales como: trauma (entre estas, fracturas), obesidad (la cual hace que las articulaciones tengan que trabajar más duro), o estrés repetitivo. Algunos investigadores creen que puede haber un factor genético involucrado. Se cree que la osteoartritis en muchos casos comienza con alguna anormalidad en las células que sintetizan los componentes del cartílago como el colágeno (una proteína fuerte y fibrosa que se encuentra en el cartílago y otros tejidos del cuerpo) y los proteoglicanos (unas sustancias que promueven la resistencia del cartílago).


Síntomas
El principal síntoma es el dolor profundo en la articulación el cual comienza por lo general de forma leve y gradual. Sin embargo hay casos en que el dolor no se manifiesta. Cuando hay dolor generalmente este empeora con el ejercicio o al cargar objetos pesados. El descanso muchas veces lo alivia. El dolor muchas veces es descrito por los pacientes como una sensación de ardor o quemazón. La osteoartritis también puede causar un sonido peculiar llamado crepitación al mover la articulación. Los pacientes de osteoartritis también pueden experimentar espasmos musculares y contracciones de los tendones. Otros síntomas que pudieran presentarse son: rigidez matutina, articulaciones llenas de fluido, dolor que empeora cuando el clima es húmedo, movimiento limitado de la articulación e inflamación de la articulación.


Diagnóstico
La osteoartritis normalmente se diagnostica por medio de radiografías. En una radiografía puede notarse claramente el estrechamiento del espacio articular, la pérdida de cartílago, el desgaste de los extremos del hueso que ocurre en casos avanzados y la formación de espolones.


Tratamiento
El tratamiento va dirigido a aliviar el dolor y a mantener o mejorar el funcionamiento de la articulación. Por medio de medidas tales como el control de peso, el descanso y el ejercicio se puede ayudar a mantener la movilidad de la articulación. También son útiles los instrumentos mecánicos de apoyo tales como un bastón o un andador en el caso de osteoartritis de la rodilla. El ejercicio debe ser de un tipo que no imponga estrés excesivo a la articulación. Entre los ejercicios recomendados está natación y las caminatas. La fisioterapia puede ser de mucha ayuda ya que los fisioterapeutas disponen de muchas de técnicas para el tratamiento de la osteoartritis. El control de peso por su parte puede ayudar a retardar el progreso de la osteoartritis.


Medicamentos - Los medicamentos más utilizados en el tratamiento de la osteoartritis son los llamados agentes no los agentes inflamatorios no esteroides como la aspirina, el ibuprofeno (Advil, Motrin) y naproxeno (Aleve, Naprosyn, Anaprox) Estos medicamentos ayudan a aliviar la inflamación pero tienen ciertos problemas asociados entre ellos el hecho de que pueden causar problemas estomacales, entre ellos úlceras y sangrado, al igual que dolor y diarreas. Otro problema es que se ha encontrado que uso de algunos de estos medicamentos, entre ellos la aspirina, puede acelerar la destrucción del cartílago y así contribuir al desarrollo de la osteoartritis, aun cuando a corto plazo pueden ayudar a aliviar el dolor y la inflamación. En los Estados Unidos también se ha solicitado que los fabricantes de agentes inflamatorios no esteroides incluyan en la etiqueta una advertencia de que pueden aumentar el riesgo de ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares así como sangrado gastrointestinal. Algunos de estos medicamentos como el Ibuprofeno, están disponibles para uso local con lo que se puede aliviar los síntomas de la osteoartritis con un riesgo mucho menor de efectos como los ya mencionados.

Se utilizan también medicamentos esteroides, como cortisona, inyectados directamente a la articulación. Estos pueden aliviar temporalmente el dolor. También se puede inyectar líquido sinovial artificial (Synvisc, Hyalgan) en la rodilla. El alivio obtenido con este tratamiento puede ser efectivo por hasta seis meses.


Cirugía – cuando estos tratamientos son inefectivos se puede recurrir a la cirugía. Por medio de la cirugía se puede reemplazar parcial o totalmente la articulación afectada. Se puede llevar a cabo también una cirugía para reposicionar los huesos, ajustar el cartílago que se ha roto o   lesionado o para unir los huesos con el propósito de mejorar la estabilidad de la articulación y reducir el dolor.

Existen otros tratamientos tales como terapia a base de rayos láser, terapia proliferativa en la cual se inyecta una sustancia irritante que crea una reacción inflamatoria aguda que según sus proponentes fortalece y sana los tejidos dañados y la radiosinoviortesis en la cual se inyecta un isótopo radiactivo con el propósito de hacer más blando el tejido. Este es un procedimiento sumamente costoso pero tiene un elevado porcentaje de éxito. 


Alternativas Naturales
Existe evidencia de que la osteoartritis puede al menos en algunos casos ser detenida o incluso revertida y de que algunos tratamientos pueden aliviar el dolor y la inflamación pero contribuir al empeoramiento de la condición. Por esta razón es importante contar con alternativas que vayan dirigidas no sólo al tratamiento de los síntomas sino a maximizar las oportunidades de regenerar los tejidos dañados o al menos impedir daños adicionales.


La alimentación  - la alimentación puede tener importantes efectos en el desarrollo de la osteoartritis. En primer lugar, se sospecha que algunos vegetales como la berenjena, el tomate, las papas o patatas y los pimientos pueden en algunos casos servir de gatillo disparador en el desarrollo de la osteoartritis. Existe alguna evidencia clínica de esto aunque existen estudios que lo comprueben. Estos vegetales contienen una sustancia llamada solanina a la cual algunas personas, especialmente las que sufren de artritis pudieran ser susceptibles y que puede hacer que aumente el dolor y las molestias que padecen.


El aspartame y la osteoartritis - evite el edulcorante artificial aspartame, existe evidencia de que el aspartame puede ayudar a destruir los cartílagos. Curiosamente existe evidencia de que el aspartame, al igual que los agentes antiinflamatorios no esteroides puede ayudar a reducir el dolor de la artritis. Sin embargo el costo es un avance más rápido de la enfermedad.


Antioxidantes - algunos investigadores creen que los antioxidantes como la vitamina C y E pueden ser de ayuda. En un estudio se encontró que el alto consumo de antioxidantes, especialmente la vitamina C en dosis de entre 120 y 240 miligramos al día en personas que padecían de osteoartritis resultó en un retardo del avance de la enfermedad. Por otra parte no se encontró que la vitamina C redujera el riesgo de contraer la enfermedad. En algunos estudios se ha encontrado que las personas que padecen de osteoartritis ingieren menos vitamina E en la dieta que quienes no padecen de osteoartritis. Sin embargo, los estudios relacionados con los efectos de la vitamina E sobre la osteoartritis son inconsistentes y se necesitan estudios adicionales.


Vitamina D - la vitamina D puede jugar un papel importante en el tratamiento de la osteoartritis. Se ha encontrado que los pacientes de osteoartritis tienen un consumo de vitamina D mucho menor que la cantidad recomendada. Los bajos niveles de vitamina D están asociados a un empeoramiento de la osteoartritis. Varios estudios sugieren que la vitamina D puede ayudar a retardar el progreso de la osteoartritis.  Se sugiere también que la vitamina D también ayuda a prevenir la osteoartritis., sin embargo esto no se ha confirmado. Existen dos formas de vitamina D: la D2  y la D3. Si utiliza un suplemento de vitamina D prefiéralo en forma de D3 ya que es más efectiva.


Niacinamida - una forma de vitamina B3 o niacina conocida como niacinamida parece tener el efecto de mejorar la función de las articulaciones afectadas por la osteoartritis, reducir el dolor y otros efectos benéficos. Las dosis utilizadas para lograr estos efectos son bastante elevadas, entre 900 y 4,000 miligramos al día. Esta cantidad de niacinamida tiene el potencial de causar efectos tales como intolerancia a la glucosa y daños al hígado por lo que sólo debe utilizarse bajo estricta supervisión médica que incluya una prueba de enzimas hepáticas cada tres meses.


SAM-e  - S-adenosilmetionina – este es un compuesto formado en el cuerpo al combinarse el aminoácido metionina con el trifosfato de adenosina que es la molécula que es la principal fuente de energía inmediata en las células. Se ha encontrado que SAM-e puede ayudar  a reducir el dolor y la inflamación de las articulaciones y promover la reparación de los cartílagos. SAM-e proporciona alivio del dolor similar al de los agentes antiinflamatorios no esteroides pero sin los efectos secundarios de estos. Si decide utilizar SAM-e para la osteoartritis consuma también un suplemento que contenga vitamina B12 y ácido fólico ya que cuando hay deficiencia de estos nutrientes SAM-e pierde su efectividad. La desventaja principal de SAM-e es que su costo es bastante elevado.

Cuando hay inflamación presente puede utilizarse bromelina (una serie de enzimas obtenidas de la piña), curcumín y jengibre ya que poseen una notable actividad antiinflamatoria.


Boswellia serrata – esta planta, nativa de la India ayuda a aliviar la inflamación y la hinchazón. En tiempos recientes se han desarrollado suplementos con una alta concentración de ácidos boswelicos, las compuestos activos de esta planta que han producido mejores resultados que los suplementos anteriores hechos a base de una resina de la Boswellia serrata conocida como salai guggul. Para  el tratamiento de la osteoartritis se pueden consumir 400 miligramos de ácidos boswelicos tres veces al día. Al presente no se han reportado efectos secundarios producidos por los ácidos boswelicos. Sin embargo, se recomienda que las embarazadas no consuman Boswellia serrata.


Yucca – esta planta  ayuda a prevenir la inflamación. Se cree los efectos benéficos de la yucca se producen no por medio de una acción directa sobre las articulaciones sino a través de efectos sobre la flora intestinal. Una posibilidad es que la yucca haga que se reduzca la absorción de toxinas producidas por las bacterias intestinales. Se sabe que estas toxinas reducen la formación de cartílago. Por tanto si se reduce la absorción de estas bacterias la producción de cartílago se verá afectada en un grado menor. Una dosis de esta planta sugerida para personas que padecen de osteoartritis es de tres a seis gotas de un extracto saponificado dos veces al día. Puede mezclarse con ¼ de taza de agua.


Sulfato de glucosamina y sulfato de condoitrina – estas son sustancias que se encuentran naturalmente en las articulaciones. La glucosamina es un azúcar modificado que se cree toma parte en la producción y reparación de cartílago. La condoitrina  forma parte de una molécula de gran tamaño llamada protoglicano que aumenta la elasticidad del cartílago.

En algunos estudios se ha encontrado que el sulfato de glucosamina ayuda a aliviar el dolor y la inflamación de la osteoartritis a pesar de no poseer un elevado efecto directamente antiinflamatorio. Se piensa que la glucosamina funciona promoviendo la síntesis de cartílago ayudando así a reparar las articulaciones dañadas. Si consideramos su falta de efectos secundarios estos resultados, de ser ciertos son sumamente esperanzadores para los pacientes de osteoartritis. Algunos estudios parecen indicar que la glucosamina trabaja más lentamente que medicamentos como el ibuprofeno. Sin embargo, a largo plazo los resultados de la glucosamina parecen ser iguales o superiores a los del ibuprofeno y sus efectos secundarios mucho menores.

El sulfato de glucosamina muchas veces se usa en combinación con el sulfato de condoitrina. La evidencia acerca de beneficios provistos por el sulfato de condoitrina a los pacientes de osteoartritis no es tan impresionante como la del sulfato de glucosamina.  Estudios clínicos utilizando condoitrina administrada por vía oral parecen demostrar que su efectividad es menor que la del sulfato de glucosamina.

Un estudio dado a la luz pública en febrero de 2006 puso en duda los beneficios de ambos suplementos. Sin embargo, un problema con este estudio es que la forma de glucosamina que se empleó fue la de hidrocloruro de glucosamina y no la de sulfato de glucosamina que es la que generalmente se emplea en los suplementos.  Por otra parte, en este mismo estudio se encontró que un subgrupo de pacientes compuesto por aquellos que padecían de dolor más severo que los otros parece haber sido ayudado por la combinación de ambos suplementos. Hay quien señala que esto es una aberración estadística pero otros señalan que es algo que vale la pena investigar.


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La Enfermedad de Alzheimer

¿Qué es la enfermedad de Alzheimer?

La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia en las personas de edad avanzada. Se estima que unos veinticinco millones de personas en todo el mundo la padecen. Cuando hablamos de demencia nos referimos a una condición que afecta gravemente la habilidad de una persona para llevar a cabo sus tareas cotidianas.

La enfermedad de Alzheimer es una condición neurodegenerativa que afecta progresivamente la memoria, otras capacidades intelectuales y finalmente la capacidad para llevar a cabo aún las tareas más básicas.

El nombre de esta enfermedad se debe a un psiquiatra alemán llamado Alois Alzheimer quien trabajaba junto a otro psiquiatra alemán llamado Emil Kraepelin.  En 1906 Alzheimer describió por primera vez los distintivos cambios neuropatológicos de esta enfermedad.  Para esto estudió el cerebro de una mujer de 51 años que había fallecido recientemente en el hospital de Frankfurt y que presentaba un cuadro clínico en el cual, entre otros síntomas, figuraban delirio de celos, pérdida de memoria y alucinaciones. Kraepelin ya había identificado los síntomas pero decidió que la enfermedad debía llevar el nombre de Alzheimer por considerar la aportación de éste al entendimiento de esta enfermedad de extrema importancia.

Durante gran parte del siglo veinte el diagnóstico de enfermedad de Alzheimer se limitó a personas entre las edades de 45 a 65 años que mostraban los síntomas característicos ya que en personas de edades más avanzadas la pérdida de facultades mentales era algo más o menos normal.  Sin embargo, en las décadas de 1970 y 1980 esto comenzó a cambiar. Actualmente el diagnóstico de enfermedad de Alzheimer se aplica a cualquier persona que presente los síntomas y el curso distintivos de esta condición.

Causas de la enfermedad de Alzheimer

Existen varias teorías que intentan explicar las causas de la enfermedad de Alzheimer. Algunas tienen que ver con agentes tóxicos como, por ejemplo, varios metales como el aluminio, plomo, cinc y el mercurio. Según estas teorías estas sustancias tóxicas hacen que las neuronas se degeneren y se acumulen en el cerebro proteínas que obstaculizan su funcionamiento y llevan a la muerte de las células cerebrales o neuronas. Hay estudios que indican una relación entre el aluminio y la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, estos estudios no han sido confirmados y muchos expertos en la enfermedad de Alzheimer no los aceptan. Otros agentes ambientales propuestos son toxinas presentes en los alimentos y agentes virales. Sin embargo, los estudios llevados a cabo hasta ahora no son concluyentes. Aunque hasta ahora los estudios llevados a cabo no demuestran una fuerte correlación entre las toxinas ambientales y la enfermedad de Alzheimer se ha encontrado que conejos que ingirieron una dieta alta en colesterol conjuntamente con iones de cobre en el agua que bebían, desarrollaron en el cerebro lesiones características de la enfermedad de Alzheimer y deficiencias cognitivas. En 2001 se publicó un estudio en el que se compararon residentes de Nigeria que consumía una dieta mayormente vegetariana y baja en grasas con norteamericanos de descendencia africana residentes de Indianápolis en Indiana que consumían una dieta elevada en grasas. Se encontró que los residentes de Nigeria tenían una incidencia de Alzheimer menor que la de los residentes de Indianápolis. Algunos investigadores creen que los niveles altos de colesterol, la arteriosclerosis y la hipertensión juegan un papel en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.

Algunos estudios parecen indicar que lesiones o golpes en la cabeza pueden iniciar un proceso que culmine en la enfermedad de Alzheimer. Una teoría que tenía muchos adeptos hasta hace relativamente poco tiempo era la de que la enfermedad de Alzheimer tiene sus orígenes en una deficiencia de un neurotransmisor (una sustancia cuya labor es enviar mensajes de una célula nerviosa a otra) llamado acetilcolina. Aunque en el cerebro de los pacientes de la enfermedad de Alzheimer existen deficiencias de acetilcolina en la actualidad se cree que estas no son la causa de la enfermedad sino que estas deficiencias son resultado de los daños cerebrales producidos por la enfermedad de Alzheimer.

Dos teorías más recientes tienen que ver con la acumulación de ciertas proteínas en el cerebro. Una de estas se relaciona con anormalidades de una proteína llamada tau que se acumula dentro de las células nerviosas formando lo que se ha llamado nudos neurofibrilares. Estos están formados por fragmentos de proteína que obstruyen el funcionamiento de la neurona.

La otra es una proteína anormal llamada beta-amiloide. Esta se deposita fuera de las neuronas produciendo lo que se conoce como placas seniles formadas por esta proteína y neuronas muertas o en proceso de morir y otras células y placas neuríticas que se forman cuando alrededor de estas proteínas se acumulan productos de neuronas muertas.
En el cerebro de todas las personas de edad avanzada se encuentra cierto nivel de estos cambios. Sin embargo, en los pacientes de la enfermedad de Alzheimer la cantidad de estos es mucho mayor. Sin embargo, algunos investigadores piensan que la presencia de estas placas y nudos posiblemente no sean la causa de la enfermedad de Alzheimer sino un síntoma de la misma que es causado por otro proceso o alguna sustancia que es la que realmente causa la enfermedad.

También se estudia al presente la influencia de procesos oxidativos en el cerebro. Es importante señalar que ninguna de las teorías que hemos señalado excluye a las demás. Es posible que unos casos de la enfermedad de Alzheimer sean causados o desencadenados por alguno de estos factores y otros casos por otros. Es posible también una combinación de factores en el desarrollo de esta condición.

Recientemente se le ha estado prestando atención a la influencia de factores genéticos. Un estudio reciente llevado a cabo en la universidad de California del Sur parece indicar que los factores genéticos son más importantes que lo que hasta ahora se había pensado.

Existe otra evidencia a la que recientemente se le ha estado prestando atención que parece indicar que la enfermedad de Alzheimer y la diabetes tienen un origen común. Se ha descubierto que durante las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer los niveles de insulina en el cerebro y la cantidad de receptores a esta hormona descienden.



Síntomas de la enfermedad de Alzheimer

La enfermedad de Alzheimer no empieza en todos los casos de la misma forma. Al principio los síntomas pueden ser muy sutiles y parecerse a lo que muchas personas piensan que es el envejecimiento normal. En una gran proporción de casos el primer síntoma es una pérdida de memoria que va progresando. Primeramente puede presentarse un olvido fluctuante y ocasional y posteriormente una pérdida mayor de la memoria de eventos recientes. También pueden presentarse síntomas tales como repetir frecuentemente algo, colocar las cosas en el lugar equivocado, extraviarse en una ruta conocida, dificultad para recordar el nombre de objetos conocidos, cambios de la personalidad, falta de interés en cosas que antes disfrutaba y dificultad para llevar a cabo tareas tales como aprender datos o rutinas nuevas, balancear una libreta de cheques o participar en juegos de mesa. Estas son tareas para las que se requiere cierto nivel de destreza mental pero que la persona las podía previamente llevar a cabo sin problemas.

En una etapa posterior se puede presentar conducta agresiva y alucinaciones, depresión y/o delirio, problemas para llevar a cabo tareas rutinarias como preparar la comida o conducir un automóvil, perder la conciencia de quien se es.
En la etapa final de la enfermedad de Alzheimer el paciente ya no reconoce a sus amistades o familiares, no entienden el lenguaje y no pueden llevar a cabo actividades básicas tales como comer, bañarse o vestirse. La persona se hace totalmente dependiente de los demás.


Diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer

No existe ninguna prueba que diagnostique la enfermedad de Alzheimer. El diagnóstico por lo general se lleva a cabo en base a la observación clínica y algunas pruebas de memoria y funcionamiento intelectual. Esto deberá hacerse a lo largo de varias semanas o meses. Los médicos especializados en problemas de memoria pueden llevar a cabo un diagnóstico correcto entre el 85 y el 90 por ciento de las veces pero la confirmación definitiva sólo puede llevarse a cabo por medio de una autopsia en la que se puede confirmar la presencia en el cerebro de los cambios característicos de la enfermedad de Alzheimer.


Tratamiento de la enfermedad de Alzheimer

Aunque no existe una cura para la enfermedad de Alzheimer sí existen medicamentos que pueden aliviar los síntomas y retardar el desarrollo de la enfermedad. Uno de los primeros medicamentos utilizados fue la tacrina (Cognex). Este es un inhibidor de una enzima llamada colinesterasa que descompone la acetilcolina. Tacrine ha dejado de ser utilizado en muchos países ya que puede causar daños al hígado y provoca nauseas, vómitos y diarreas. Existen otros inhibidores de la colinesterasa con menos efectos secundarios. Entre estos está el donezepilo (Aricept), la rivastigmina (Exelon, Prometax) y la galantamina (llamada Reminyl antiguamente y Razadyne en la actualidad). Estos medicamentos se utilizan para mejorar aunque en forma limitada los síntomas pero no impiden el progreso de la enfermedad. Un estudio reciente publicado en la revista médica The Lancet ha puesto en tela de juicio los beneficios de este tipo de medicamento. Sin embargo, muchos médicos al igual que las compañías fabricantes de estos medicamentos alegan que este estudio tiene una serie de fallas metodológicas que lo invalidan.

Un medicamento reciente de otro tipo es la memantina (Akatinol). La memantina ayuda a evitar la muerte de las neuronas. Se ha encontrado que los pacientes que lo usan mejoran su capacidad para llevar a cabo actividades cotidianas y mejoran en algo sus funciones cognitivas entre otros beneficios. Algunos investigadores creen que combinar el donezepilo con la memantina produce mejores efectos que utilizarlos por separado.

La selegilina (Edepryl) es un medicamento que ha demostrado alguna eficacia en retrasar el progreso de la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, no ha demostrado mejorar las capacidades cognitivas.
Se utilizan otros medicamentos, no ya con el propósito de retrasar la enfermedad, sino de controlar los síntomas relacionados con la conducta, mejorar el estado de ánimo de los pacientes y controlar otra serie de síntomas. La depresión, que muchas veces se presenta en las etapas iniciales de la enfermedad de Alzheimer puede ser tratada por medio de medicamentos antidepresivos. Se utilizan también medicamentos para tratar el insomnio, la agitación, la ansiedad y las alucinaciones.

Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides y la enfermedad de Alzheimer - algunos estudios parecen indicar que estos medicamentos entre los que se encuentran la aspirina y el ibuprofeno pueden reducir el riesgo de padecer de la enfermedad de Alzheimer o al menos retrasar su comienzo.


Alternativas naturales para tratamiento y prevención
La alimentación, varios suplementos, plantas medicinales y algunos nutrientes, así como el ejercitar tanto el cuerpo como la mente pueden tener un impacto positivo sobre las personas que padecen de la enfermedad de Alzheimer. En algunos casos estos acercamientos pueden servir para prevenir la enfermedad.


El ejercicio - varios estudios parecen indicar que el ejercicio físico regular ayuda en la prevención de la enfermedad de Alzheimer. Aún cantidades modestas de ejercicio parecen ayudar. En un estudio reciente se encontró que unos 15 minutos tres veces en la semana de caminar, correr bicicleta o ejercicios de estiramiento reducen el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer en más de un treinta por ciento. Se estima que una forma en que el ejercicio ayuda es mejorando la circulación de la sangre y de ese modo previniendo obstrucciones de los vasos sanguíneos. Se cree también que el ejercicio ayuda a promover el crecimiento de nuevas neuronas.


El ejercicio mental - existe evidencia de que las personas que ejercitan su mente regularmente tienen una menor probabilidad de sufrir de la enfermedad de Alzheimer que quienes no lo hacen. Al referirnos a ejercitar la mente nos referimos a diversas actividades. En un estudio se encontró que las personas que juegan ajedrez con regularidad desarrollan la enfermedad de Alzheimer con menos frecuencia que el resto de las personas. Se ha encontrado que resolver crucigramas también tiene una relación inversa con la enfermedad de Alzheimer, es decir, mientras más se practica esta actividad menor es la probabiliidad de desarrollar esta condición. También en algunos estudios se ha relacionado una baja incidencia de la enfermedad de Alzheimer con un nivel alto de escolaridad. Otros estudios llevados a cabo en animales parecen demostrar que existen estímulos ambientales que hacen que aumente el crecimiento de las neuronas y el peso del cerebro. Los estímulos que logran esto son estímulos complejos. Hay que hacer notar que existen estudiosos que ponen en tela de juicio estos beneficios del ejercicio mental.


La alimentación – algunos estudios tienden a demostrar que una deficiencia de un ácido graso del tipo omega-3 conocido como DHA puede estar implicada en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. La mejor manera de obtener DHA es mediante el consumo de pescado de aguas frías como la sardina, el salmón y la macarela.
Se ha investigado el papel que juega en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer una proteína presente en la sangre llamada homocisteína. Con el propósito de reducir los niveles de homocisteina se han utilizado las vitaminas B12, B6 y ácido fólico.  La homocisteina además aumenta el riesgo de ataques cardiacos y apoplejías (derrames cerebrales). Algunos estudios parecen implicar una serie de pequeños derrames cerebrales, los cuales a veces sólo causan síntomas leves que la persona atribuye a otras a través de los años con el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. En dos estudios publicados en el número correspondiente a marzo 16 de 2006 del New England Journal of Medicine se encontró que la combinación de ácido fólico, vitamina B6 y vitamina B12 redujo considerablemente los niveles de homocisteina pero no redujo el riesgo de ataques cardiacos en personas que ya tenían problemas cardiacos. De hecho se registró un pequeño aumento en el riesgo de sufrir otro ataque cardiaco. Sin embargo en el otro estudio, la combinación de ácido fólico, vitamina B6 y vitamina B12 aunque no redujo el riesgo de ataques cardiacos sí redujo ligeramente el número de apoplejías en pacientes que padecían de diabetes o enfermedad vascular. El significado de estos hallazgos es objeto de controversia.

En estudios llevados a cabo con ratones se ha encontrado que el curcumin, el pigmento amarillo que le da color al curry reduce la incidencia de enfermedad de Alzheimer. En estudios en tubo de ensayo se ha encontrado que esta sustancia disuelve las placas seniles humanas. En otros estudios se ha encontrado que además de disolver las placas ya presentes el curcumin inhibe la formación de los fragmentos de proteína que son los responsables de formar estas placas Además de estar presente en la especia conocida como turmérico contenida en el curry, el curcumin se consigue de forma concentrada en cápsulas.

 

Algunos alimentos como el jugo de uva Concord, y los arándanos (blueberry y bilberry) pueden ayudar a retardar los cambios cerebrales ocurridos en la vejez. Los arándanos reducen el nivel de una sustancia que disminuye la memoria y que se encuentra en cantidades elevadas en personas de edad avanzada.
Se debe evitar un tipo de ácido graso conocido como ácido linoleico que se encuentra abundantemente en la margarina, la mantequilla y los productos lácteos.


Nutrientes


Vitamina E y vitamina C - en otros estudios se ha encontrado que la combinación de 400 unidades internacionales de vitamina E al día conjuntamente con 500 miligramos de vitamina C reduce el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Dosis elevadas de vitamina E sin el consumo de vitamina C parecen ser mucho menos efectivas y la vitamina C sin estar acompañada por la vitamina E no surte efecto. Según los hallazgos de varios estudios la vitamina E puede convertirse en un oxidante que puede causar daño si se consume sola (es decir si no se acompaña de otros antioxidantes como la vitamina C). Existen estudios recientes que señalan que la mejor forma de vitamina E es la conocida como gamma tocoferol o una mezcla de las diversas formas de vitamina E (alfa, beta, gamma tocoferol y otros compuestos llamados tocotrienoles). Para ser más efectiva la vitamina E debe ingerirse conjuntamente con una comida que contenga alguna cantidad de grasa (preferiblemente algún aceite como el de oliva o canola). Algunos estudios recientes señalan que al menos 1000 miligramos de vitamina C acompañando 400 unidades internacionales de vitamina E es una dosis que provee los mejores beneficios. La vitamina E tiene efectos anticoagulantes, por lo que las personas que utilizan anticoagulantes recetados deben consultar con su médico antes de usar suplementos de vitamina E.


Acido fólico - ya hemos mencionado el papel que juega este nutriente en la reducción de los niveles de homocisteina. se sabe además que muchas de las personas que padecen de la enfermedad de Alzheimer tienen niveles bajos de ácido fólico en la sangre. Se ha especulado si esta deficiencia de ácido fólico contribuye al desarrollo y progreso de la enfermedad o si por el contrario es más bien una consecuencia de la misma. Sin embargo, estudios recientes parecen sugerir que consumir cantidades adecuadas de ácido fólico ya sea en la alimentación o en forma de suplemento puede proteger el cerebro de las personas envejecientes y ayudar en la prevención de la enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas. Los vegetales de hojas verdes oscuras, los cítricos, el pan integral, las legumbres y las nueces son buenas fuentes de ácido fólico.


Plantas medicinales

Ginkgo biloba - algunos estudios sugieren que el Ginkgo biloba puede ayudar a tratar los síntomas del Alzheimer. El Ginkgo biloba mejora el flujo de sangre en el cerebro y posee propiedades antioxidantes. Sin embargo, se necesitan más estudios. Las personas que utilizan anticoagulantes no deben ingerir Ginkgo biloba. Igualmente las personas que utilizan medicamentos conocidos como inhibidores de la monoamino oxidasa (inhibidores MAO) ni las mujeres embarazadas deben utilizar Ginkgo biloba.

El té verde y el té negro, los cuales se derivan de una misma planta (Camellia sinensis) parecen tener la capacidad de inhibir varias enzimas asociadas a la enfermedad de Alzheimer. Una de estas es la colinesterasa por lo que tanto el té negro como el té verde actúan de forma similar a medicamentos como el Aricept que se emplean con este propósito. Ambos tés también inhiben otra enzima que se ha encontrado en las placas seniles de pacientes de la enfermedad de Alzheimer. En adición el té verde inhibe otra enzima que toma parte en la fabricación de estas placas seniles.

Suplementos

L-Acetilcarnitina – este es un compuesto parecido a las vitaminas que toma parte en la producción de energía en las células. Se ha investigado su uso en la enfermedad de Alzheimer y otros desórdenes como los defectos de la memoria relacionados con la edad. La L-Acetilcarnitina tiene un parecido estructural a la acetilcolina y se ha encontrado que puede imitar ésta y es de beneficio en la enfermedad de Alzheimer y otros desórdenes que padecen personas de edad avanzada. Se ha encontrado que l a L-Acetilcarnitina ayuda a mejorar la función cognitiva y la memoria de los pacientes de la enfermedad de Alzheimer. Una dosis empleada en estos estudios ha sido de 2,000 miligramos dos veces al día.

Fosfatidilserina – esta sustancia juega un papel importante en la preservación de la integridad de las membranas celulares en el cerebro. El cuerpo humano normalmente fabrica una cantidad suficiente de fosfatidilserina pero cuando hay una deficiencia de ácido fólico y vitamina B12 o de ácidos grados esenciales es posible que no pueda fabricar una cantidad suficiente. En varios estudios con pacientes de condiciones tales como de enfermedad de Alzheimer pérdida cognitiva relacionada con la edad y depresión se ha encontrado que la fosfatidilserina es de beneficio. En un estudio con pacientes que sufrían de senilidad de moderada a severa se encontró una mejoría en las funciones mentales, el estado de ánimo y la conducta.  Más sobre la fosfatidilserina



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¿Qué es la leucemia mieloide aguda?

A la leucemia mieloide aguda (acute myeloid leukemia, AML) se le conoce por muchos nombres, incluyendo leucemia mielocítica aguda, leucemia mielógena aguda, leucemia granulocítica aguda y leucemia no linfocítica aguda. El término "aguda" significa que la leucemia puede progresar rápidamente y, si no se trata, probablemente sea fatal en pocos meses.

La leucemia mieloide aguda (AML) es un cáncer que se origina en las células que normalmente madurarían hacia los diferentes tipos de células sanguíneas. La mayoría de los casos de AML se originan de células que se convertirían en glóbulos blancos (pero no en linfocitos), pero en algunos casos de AML se desarrollan en otros tipos de células formadoras de la sangre. Los diferentes tipos de AML se incluyen en la sección “¿Cómo se clasifica la leucemia mieloide aguda?".

(La leucemia aguda que se origina en los linfocitos se llama leucemia linfocítica aguda [ALL]). Para más información sobre este tipo de leucemia, consulte nuestro documento Leucemia linfocítica aguda).

La leucemia mieloide aguda se inicia en la médula ósea (la parte interior blanda de los huesos, donde se producen las nuevas células sanguíneas), pero en la mayoría de los casos pasa rápidamente a la sangre. Algunas veces, se puede propagar a otras partes del cuerpo, como a los ganglios linfáticos, el hígado, el bazo, el sistema nervioso central (el cerebro y la médula espinal) y los testículos (en los hombres).

Algunas veces se propaga a otras partes del cuerpo, incluyendo los ganglios linfáticos, el hígado, el bazo, el sistema nervioso central (el cerebro y la médula espinal) y los testículos. Otros tipos de cáncer pueden comenzar en estos órganos y propagarse después a la médula ósea, pero estos cánceres que comienzan en otro lugar y se propagan después a la médula ósea no son leucemia.

Médula ósea, sangre y tejido linfático normales

Para entender los diferentes tipos de leucemia, ayuda tener algunos conocimientos básicos sobre los sistemas sanguíneo y linfático.

Médula ósea

La médula ósea es la porción suave interior de algunos huesos como el cráneo, los omóplatos, las costillas, la pelvis y la columna vertebral. La médula ósea consiste en un pequeño número de células madre sanguíneas, células productoras de sangre más maduras, células adiposas y tejidos de apoyo que ayudan al crecimiento celular.

Las células madre sanguíneas experimentan una serie de cambios para producir nuevas células sanguíneas. Durante este proceso, las células se desarrollan hasta convertirse en linfocitos (un tipo de glóbulo blanco) o en otras células productoras de sangre. Las otras células productoras de sangre se pueden desarrollar hasta uno de los tres principales tipos de células sanguíneas:

  • Glóbulos rojos.
  • Glóbulos blancos (que no son linfocitos).
  • Plaquetas.

Glóbulos rojos

Los glóbulos rojos transportan oxígeno desde los pulmones a todos los demás tejidos del cuerpo, y llevan el dióxido de carbono hasta los pulmones para su eliminación. Usualmente, la anemia (una cantidad insuficiente de glóbulos rojos en el cuerpo) causa que una persona se sienta cansada, débil y tenga dificultad para respirar debido a que los tejidos del cuerpo no reciben suficiente oxígeno.

Plaquetas

Las plaquetas en realidad son fragmentos celulares producidos por un tipo de célula de la médula ósea.
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